Las mujeres son como manzanas en los árboles




Las mujeres son como manzanas en los árboles.
Las mejores están en la copa del árbol.
Los hombres no quieren alcanzar las mejores, por que tienen miedo de caer y herirse.
En cambio, toman las manzanas  que han caido a tierra y que aunque no son muy buenas, son fáciles de alcanzar.
Asi que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo anda mal con ellas, cuando en realidad "ellas son GRANDIOSAS", simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas. leer mas


La imagen “http://emp.byui.edu/ANDERSONKC/431readings_files/readings/Rel431ReadingFile.W2003/BornofGod_files/image001.jpg” no puede mostrarse, porque contiene errores.Estos dias han sido algo pesados, por lo cual, estoy un poco detenido en el trabajo de pasar las conferencias generales que se muchos están esperando. A modo de disculpa, les ofrezco uno de los grandes tesoros que se encuentran en ellas, las palabras de Ezra Taft Benson en uno de los discursos mas inspirados, claros, potentes y necesarios para nuestros tiempos, para cada uno de nosotros: “Cuidaos del Orgullo”.
No voy a introducir mas de que se trata, solo les pido a cada uno, que lo lean y luego, lo meditemos y apliquemos en nuestras vidas.
Como nota final, quiero hacer notar de que este discurso se dio en una sesion de sabado por la mañana en 1989, me pongo a pensar, quizas cuantos discursos asi de importantes me he perdido por tomar en general solo la conferencia en dia domingo…

BATALLONES PERDIDOS

por el élder Thomas S. Monson (del Consejo de los Doce)

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El pasado mes de noviembre estuve sobre un viejo puente que se extiende sobre el río Somme que sigue su constante pero sereno recorrido por el corazón de Francia. De pronto, me di cuenta de que cincuenta y dos años habían pasado desde que en 1918 se firmó el Armisticio y el fin de la Gran Guerra. Traté de imaginarme cómo sería el río Somme cincuenta y dos años atrás. ¿Cuántos miles de soldados habrían cruzado este mismo puente? Algunos habían vuelto; para otros, el Somme fue verdaderamente un río que no volverían a ver, porque las batallas de Vimy Ridge, Armentieres y Nueve Chappelle tomaron un espantoso número de vidas. Extensas hectáreas llenas de cruces limpias y blancas, sirven como un recuerdo inolvidable.
Me encontré diciéndome suavemente: “Qué extraño que la guerra traiga consigo el salvajismo del combate, y no obstante, inspire hazañas de valor, algunas de ellas impulsadas por el amor.”
Cuando era niño, me gustaba leer la historia del “batallón perdido”, una unidad de la 77a. División de Infantería durante la Primera Guerra Mundial. Durante la batalla francesa del Meuse-Argonne, un mayor del ejército dirigió a este batallón a través de una brecha en las líneas enemigas pero a las tropas de los costados les fue imposible avanzar. El batallón entero se vio rodeado; los alimentos y el agua eran escasos; las víctimas no podían ser evacuadas, y los ataques eran constantes. Ignoraron las peticiones del enemigo en las que les solicitaba que se rindieran; los periódicos alababan la tenacidad del batallón, y los hombres de visión dudaban de su suerte. Después de un breve pero desesperado período de aislamiento total, otras unidades de la 77a. División avanzaron y ayudaron al “batallón perdido”. En sus avisos, los corresponsales indicaron que las fuerzas de relevo parecían estar determinadas en una cruzada de amor para rescatar a sus camaradas. Los hombres se ofrecieron voluntariamente, lucharon más heroicamente y murieron con más valentía. Un tributo muy apropiado resalta del antiguo sermón predicado años atrás en el Monte de los Olivos: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13).
En el olvido ha quedado el estado del “batallón perdido.” Se ha olvidado el terrible precio que se pagó por su rescate; pero volvamos de lo pasado e inspeccionemos lo presente. ¿Existen “batallones perdidos” aún en la actualidad? Si es así, ¿cuál es nuestra responsabilidad para rescatarlos? Tal vez sus miembros no vistan ropas militares, ni marchen al compás de los tambores, pero comparten la misma duda, sienten la misma desesperación y saben las desilusiones que acarrea el aislamiento.
Existen los “batallones perdidos” de aquellos que tienen impedimentos físicos, aun los cojos, los mudos y los ciegos. ¿Habéis experimentado la frustración de desear pero no saber cómo ayudar al individuo que camina rígidamente detrás de su lazarillo, o avanza con pasos cautelosos al compás de su blanco cayado? Hay muchos que están perdidos en estos desiertos de oscuridad.

 


Un mes atrás le avisaron a mi esposa que tenia un discurso el 31 de mayo. Como toda buena mujer lo acepto y quizo preparalo con anticipacion y trabajar en el.
Anoche me pregunto si queria leerlo, le conteste que no, que preferia escucharlo en la sacramental y hoy en la sacramental escuche el discurso de mi esposa desde el corazón. Pude sentir, al igual que muchos hermanos (como ellos me lo comentaron) la importancia de ser madre.
Se que este discurso tocara sus corazones, compartenlo, regalenlo, sientanlo.
 

La Ley de Castidad

 

Cuando converso con algunos amigos, les comento que en mi opinión una de las grandes fuentes de caida de los santos de los ultimos dias lo constituye la mediocridad santa y la falta a la ley de castidad. El agrega el orgullo, tema con el cual estoy de acuerdo, sin embargo, como un joven me doy cuenta que la gran causa de caida de los jovenes de Sion esta siendo la ley de castidad.
Como misionero regresado, pude ver en muchos hogares los daños que produce la falta de seguimiento de esta ley en la gente del mundo, y entre los miembros de la iglesia. Hogares y matrimonios destruido, odio entre personas que se querían, hijos condenados a vivir fuera de un hogar constituido, frustración, suciedad física y espiritual, falta de valores, etc etc, son pocas las cosas que puedo nombrar que son directamente asociadas a la falta de la ley de castidad.
Inclusive, doctrinalmente para nosotros los santos (aunque igual corre para todo el mundo) el tema es muy sencillo: no existe ninguna posibilidad de entrar al reino de los cielos con las manchas asociadas al romper esta ley. De hecho, las escrituras hablan directamente de que el lugar de los fornicarios e impuros sera directamente el fuego eterno, es decir, el reino telestial. No me cabe duda de que la mayor parte de quienes ganen el telestial hubiesen pensado que eran mejores personas de lo que fueron, sin embargo, seran doblegados por haber roto esta ley.
Podemos mentir, podemos ocultarlo, podemos inclusive dejar de practicarlo, pero ninguna de esas cosas son substitutos del arrepentimiento, la unica forma de ser limpios de este pecado mortal, mortal por que nos condenara a no lograr la vida eterna.
Me causa tristeza darme cuenta como estan las cosas en Sion. Entre los jovenes de nuestras estacas y barrios se da la imagen de santos, sin embargo, siento que el problema de la castidad, y aun mas, fornicación, esta a flor de piel oculto. En comunidades suds de internet, paginas hechas para compartir entre los santos de los ultimos dias fieles a nuestra fe, me causa una pena enorme el saber que muchos de sus integrantes han caido a propósito en ella y no han dejado el pecado. Al final, a mi me da lo mismo si caen o no caen, es cosa de ustedes, cada uno vive su vida, sin embargo, me causa una gran pena sentir que el relativismo ha llegado a nosotros siendo que muchos parecen minimizar su caída “arrepintiéndose” en forma liviana y simplemente perdiendo toda posibilidad a su galardón celestial. En vez de ser una comunidad cristiana que sigue los principios de la verdad restaurada, aveces no siento una gran diferencia entre nuestras acciones con las del mundo, excepto, que nosotros las ocultamos.
Elder Benson habló al respecto muchas veces, como casi cada presidente de la iglesia. No voy a poner a los duros como JFSmith o SWKimball, por que, quizás seria aun mas fuerte, pero elder Benson es claro, y lo que dice el, es totalmente cierto.

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¿Cómo obtenemos un testimonio?
por el Elder Dieter F. Uchtdorf, de los doce.


La fuente de ese conocimiento seguro y de esa firme convicción es la revelación divina, “…porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19:10). Recibimos ese testimonio cuando el Espíritu Santo se comunica con nuestro espíritu. Recibiremos una certeza firme y apacible que será la fuente de nuestro testimonio y convicción, sin importar nuestra cultura, raza, idioma, posición social o económica. Esos susurros del Espíritu, más que sólo la lógica humana, serán el verdadero fundamento sobre el cual edificaremos nuestro testimonio.
La esencia de ese testimonio será siempre la fe en Jesucristo y el conocimiento de Él y de Su misión divina, quien en las Escrituras dice de Sí mismo: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida” (Juan 14:6).
Por lo tanto, ¿cómo recibimos un testimonio personal que esté arraigado en el testimonio del Espíritu Santo? El método se describe en las Escrituras:
Primero: Deseo de creer. En el Libro de Mormón se nos exhorta: “…si despertáis y aviváis vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras y ejercitáis un poco de fe… aunque no sea más que un deseo de creer” (Alma 32:27). Habrá quien diga: “Yo no puedo creer; no soy religioso”. Piensen en esto: Dios nos promete ayuda divina aun cuando sólo tengamos el deseo de creer, pero debe ser un deseo real y no uno fingido.
Segundo: Escudriñar las Escrituras. Háganse preguntas, estúdienlas, escudriñen las Escrituras en busca de respuestas. Una vez más, en el Libro de Mormón se nos da un buen consejo: “Si dais lugar para que sea sembrada una semilla en vuestro corazón” por medio del estudio diligente de la palabra de Dios, la semilla buena “empezará a hincharse en vuestro pecho,” si no la rechaza nuestra incredulidad. Esa semilla buena comenzará a “ensanchar [vuestra] alma” y a “iluminar [vuestro] entendimiento” (Alma 32:28).
Tercero: Hacer la voluntad de Dios; guardar los mandamientos. No basta con entrar en un debate intelectual si deseamos saber por nosotros mismos que se ha restaurado el reino de Dios en la tierra. El estudio ocasional tampoco es suficiente. Nosotros mismos debemos actuar; eso significa aprender y después hacer la voluntad de Dios.
Debemos venir a Cristo y seguir Sus enseñanzas. El Salvador enseñó: “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:16–17; cursiva agregada). Y también dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15).
Cuarto: Meditar, ayunar y orar. Para recibir conocimiento del Espíritu Santo, debemos pedírselo a nuestro Padre Celestial. Debemos confiar en que Dios nos ama y que nos ayudará a reconocer los susurros del Espíritu Santo. En el Libro de Mormón se nos recuerda:
“…cuando leáis estas cosas… recor[dad] cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros corazones.
“…pregunt[ad] a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo, él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo” (véase Moroni 10:3–4).
Y el profeta Alma dijo:
“He aquí, os testifico que yo sé que estas cosas… son verdaderas. Y ¿cómo suponéis que yo sé de su certeza?
“…he aquí, he ayunado y orado… para poder saber estas cosas por mí mismo. Y… el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu; y éste es el espíritu de revelación” (Alma 5:45–46).
Mis amados hermanos y hermanas, Alma recibió su testimonio mediante el ayuno y la oración hace más de dos mil años, y nosotros podemos tener la misma sagrada experiencia hoy día.
- Élder Dieter F. Uchtdorf, “El poder de un testimonio personal”, Conferencia General de Octubre de 2006

La Palabra de Sabiduria: De Principio a Mandamiento

 

 Hace años que tenia la duda de como habia pasado la palabra de sabiduria de “Salutacion” a Mandamiento. La historia comun era que al principio era una recomendacion, pero que Brigham Young pidio a los santos que se sostuviese como mandamiento en 1852. Lo anterior no me calzaba por que tambien tenia declaraciones posteriores de Brigham hablando de los beneficios del te y el cafe, y el mismo tenia su propia tienda donde vendia ademas alcohol y tabaco e inclusive estuvo en planes de tener su propio viñedo para venderle a los chinos. Por otro lado, investigando por otros lados, me habia dado cuenta de que efectivamente varios apostoles y lideres se tomaban “su copita” de vez en cuando hasta que al final me di cuenta que el Presidente que realmente transformo la palabra de Sabiduria en Mandamiento habia sido Heber J. Grant en los años 30, en algo que yo asumi como en contra de la Ilegalidad de consumir alcohol en tiempos de la prohibicion y ley seca en estados unidos.

Asi que con esa duda, hace un tiempo me tope con un articulo academico que analizaba el proceso de como la Palabra de Sabiduria habia pasado de Principio a Mandamiento durante el periodo de 1898 a 1930. El tema es interesante, pero, es un articulo “academico”, eso quiere decir laaaaargooooooo. Cuando iba en la mitad de la traduccion estaba aburrido como ostra, y aunque al final es interesante (y de hecho, nunca habia leido algo asi), lo termine solamente por que ya llevaba harto escrito.
El articulo describe de una forma muy documentada el proceso que llevo al cambio dentro de la Iglesia, el cual no fue solamente influido por consideraciones doctrinales, sino que tambien por el ambiente que se vivia en los estados unidos. Tambien ofrece la respuesta a la vieja leyenda de la coca cola, y un par de curiosidades mas como la casi inclusion en contra de comer carne entre los santos en la palabra como la conocemos actualmente. Si quieren aprender algo interesante pero quizas demasiado documentado, pueden ir a leer mas y leer la traduccion de este articulo aparecido en 1981 en la revista “Dialogo”.
Para quienes no la conozcan, la revista Dialogo: Un diario del pensamiento mormon, es una de las publicaciones mas prestigiosas en el universo santo de los ultimos dias. Sus articulos son de reconocidos academicos, estudiosos y eruditos sud, desde un punto de vista cultural, social e historico. Todos los numeros se encuentran disponibles en la Biblioteca Marriot de la Universidad de Utah para ser vistos online y verdaderamente constituyen una fuente de referencia valiosisima para estudiantes con muchisimo tiempo libre.
El autor del “paper” es Thomas G. Alexander, respetado historiador y ex academico de BYU y actual misionero (con su esposa) en Alemania, el cual escribio este articulo en colaboracion con el departamento de Historia de la Iglesia. Yo actue solo como curioso traductor y por lo tanto, esta traduccion puede contener errores, aunque por lo general, no esta tan malo.

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Aceptados por el Señor -La doctrina de hacer tu llamamiento, vocacion y eleccion hecha segura.


Cuando el Señor reveló a Moisés el gran propósito de la vida, Él mismo lo explicó en las siguientes palabras: “Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria:  Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39.)
En otras palabras, la obra del Señor es dar la resurección (inmortalidad) a todos los hijos del Padre y hacer posible para ellos el que puedan recibir la exaltación o vida eterna. Cuando uno entiende estos propósitos, el corazón se regocija bajo el conocimiento de las grandes bendiciones que existen para el hombre – la divinad- y que pueden ser logradas por aquellos que lo desean con todo su corazón.
En un glorioso sermón predicado por el profeta José Smith, este mismo principio fundamental de la vida en la tierra fue enunciado – a excepción por esa vez del otro lado de este tema, la responsabilidad de la humanidad, haciendo énfasis en que “Vosotros mismos tenéis que aprender a ser dioses , y a ser reyes y sacerdotes de Dios….. ” (Enseñanzas del Profeta José Smith, p.428).
Fundamental para nuestro entendimiento de la razón de la existencia en la mortalidad es nuestro conocimiento de que hombres y mujeres nacen como hijos espirituales del Padre Eterno y que Jesucristo es nuestro hermano mayor en el espíritu.  Debido a que sus estado es transcendentalmente más grande que el nuestro, nosotros nos atemorizamos al pensar que algún día podemos llegar a ser como ellos son. Sin embargo, nosotros hemos sido engendrados como hijos espirituales del Padre Eterno, nacidos en el linaje de los dioses, y tenemos dentro de nosotros el poder, por medio de la expiación de Jesucristo, para elevarnos a las alturas de la divinidad.
La vida en la tierra, una parte necesaria del progreso eterno, provee la base para convertirse en un ser exaltado, es un estado en el cual estamos en un periodo de ensayo y probación para ver si haremos la voluntad del Señor (ver Abr. 3:22-26). Una revelación moderna habla de aquellos que fueron valientes en el servicio al Señor durante este periodo de tiempo: “Entonces serán dioses, porque no tendrán fin, por consiguiente, existirán de eternidad en eternidad, porque continuarán; entonces estarán sobre todo, porque todas las cosas les estarán sujetas. Entonces serán dioses, porque tendrán todo poder, y los ángeles estarán sujetos a ellos” (D & C 132:20).”.
¿Qué es necesario hacer para recibir esta inestimable bendición?  El profeta José dijo que uno debe comenzar en el comienzo con los primeros principios del evangelio.

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